Héctor Tobías Zambrano Intriago
Como ya comenté, el día sábado estuve en la playa. Claro, al principio era simplemente una salida de distracción al Parque del Lago, pero como estábamos todos animados y viendo que unos cuantos se nos descolaron del paseo decidimos darle otro final a la historia. Así que previstos de cosas de picar, un balón de fútbol que no nos sirvió ni como almohada, calentadores, minifaldas y jeans puestos, el cd de Evanesence y de Tráfico (vaya ahí la cuña publicitaria gratuita) y con toooooodo el ánimo del mundo nos fuimos pa' la playa.
Estábamos casi casi que muertos recostados en la playa con un sol intenso y una brisa muy muy rica... todo el mundo relajado cuando de repente: CHICLE! KATABOOM, CARAMELOS, CIGARRILLOS!!!....
Era Héctor Tobías Zambrano Intriago. Un señor de 57 años de edad que nos sacó de nuestro letargo con un gran susto... susto que luego se convirtió en risa porque como un joven de nuestra edad se sentó junto a nosotros a conversar de la vida (!!!!) Claro, nos salió con detalles que ya sabíamos pero también nos sorprendió haciéndonos preguntas sobre Ecuador... preguntas a las que no le atinamos en ninguna, aún así preguntó cosas de cultura general que si supimos contestar jejej.. Pero bueno, el asunto es que el caballero en cuestión en ningún momento se portó malcriado o nos obligó a comprar nada de nada. Nos contó de su vida, de sus secretarias, hasta del ex-presidente Roldós nos habló... nos contó de su libro.
Un libro que en realidad es un cuaderno en el que las personas que conversan cinco minutos con él pueden escribir sus experiencias. Héctor va por el libro 58 y obviamente Mystic, Talita, Colo y yo no perdimos la oportunidad para dejar ahí nuestras letras.
Héctor es un hombre pobre, como muchos de este hermoso país, talvez sea un cuento todo lo que nos dijo.. puede ser, en estos días hay pocas cosas en las que creer. Pero yo? yo me quedo con las sonrisas, porque sea como sea el hombre si que nos hizo reir. Uno de lejos hasta puede pensar que el hombre hace el ridículo, pero no es así. El disfruta de la vida, de SU vida.
Conversa, deja ver su cuaderno número 58, nos pide palabras, ríe, fuma, baila, canta, se pone de pie, hace "regalos de marca", toma su caramanchel, agradece, da la mano, se despide y sigue a la otra carpita improvisada. Y tan solo nos deja una funda de papas menos, rostros sorprendidos, pero nos ha dejado fuera el chuchaqui gracias a tanta risa que nos causó.
Uno nunca sabe cuál es la historia que se esconde tras cada uno de los personajes con los que nos encontramos por la calle. No conocemos nada de sus vidas y muchos de ellos solo están dispuestos a regalar sonrisas cuando muchas veces, nosotros, los que tenemos todo -o por lo menos muchas cosas- vivimos en una jaula de cristal... amargados y refunfuñando por lo que consideramos poco para nosotros.
A veces Dios le da barba a quien tiene poca quijada, reza un conocido refrán popular y ese refrán junto a lo poquitito que pude conocer del "bandido de Playas" han rebotado en mi mente sobretodo el sábado por la noche y el domingo. Hay cosas que negamos por el solo hecho de querer negarlas, cuando frente a muchos ojos se muestran tan evidentes... y creo que hasta son evidentes para nosotros mismos. Pero eso. Estamos en estado de negación
Hay tantas cosas que tienes a la mano, cosas lindas que podrías disfrutar solo si quisieras, pero juegas con ellas que es lo peor, quitando así un respiro a otros.
talvez difícil de entender... es la luna que ejerce un poder nostálgico y preguntón en mi
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