Una conversación....

Por fiiiiiiiiiiinnnn!!!! ya!!! ya!! por fin terminamos (mira que uso esta vez el término: terminAMOS, a ti te digo) los exámenes del primer parcial de séptimo semestre... ya poco a poco vamos acabando con el juego de conejillos de indias que nos han impuesto, je je... Por lo menos esta primera etapa la creo superada. Tengo en mi haber cinco exámenes bien hechos y uno pésimo... vamos a ver el jueves como me salvo del Akel, vamos a ver.

Como es costumbre, como nunca nos faltan los pretextos y como estaba en deuda con las salidas con Talita (lo que significaba estar al borde del castigo de su indiferencia), ayer después del sui géneris examen de Franquicias era casi casi que obligatoria la salida. Después de hacernos los mecánicos, de pendejear un buen rato por la ciudad, nos metimos en un lugar en el norte. Puedo decir que con todo y tos, la pasamos muy bien.

Era la primera vez que compartía salida con el Sureño. Un tipo muy muy muy buen dato. Descoordinados al bailar eso sí, pero que chévere la pasamos. Pero en fin... lo que ocasionó que me dieran ganas de hacer un post fue una conversación que tuve con él.

En esta época en la que muchos dejaron de creer en el amor, viven en modo "shut heart", tienen complejos estúpidos, desconfían, juegan, hacen creer que creen pero no, ponen cachos porque son unos bacanes, se lamentan portarse tan bien ahora cuando ayer eran unos desgraciados, pierden todo tipo de dignidad hasta con sus más allegados, se separan porque se les murió el amor, etc., etc., etc., (Ojo que me refiero a hombres y mujeres, no sea que me salga uno aludido por ahí) encuentro a un sureño feliz. El Sureño está enamorado... y es hermoso verlo enamorado.

Ojo, que no es cuestión de ponernos cursis ni nada de esas cuestiones. Pero es fascinante ver que, cuando creemos que todo se ha perdido, un par de ojos brillan cuando la los labios hablan de la persona a quien quieren.

El Sureño está enamorado, y como dijo Colo... a mi me da envidia, de la sana. El Sureño habla de ella y se transforma... y transforma el concepto que -por lo menos yo- tenía de él. Sonríe, se expresa y puede llegar a hablar por mucho tiempo de ella... demostrando que el amor desarma, incorpora, da fuerzas, da ímpetu, cambia la vida, se mete directo a la vena y consume, da un sabor dulce frente a lo amargo que nos rodea, da paso a la inocencia, saca la malicia, pide que se lo disfrute hasta el último segundo.... Y eso hace el sureño.

¿Cuántas veces nos hemos cerrado a estas oportunidades por miedo? Miedo? Miedo es lo que menos tiene el sureño... él está consciente de que hay cosas que enfrían al mas cálido de los amores, pero quiere luchar por no apagarlo. Y la verdad es que no había visto a un hombre hablar con tanta fascinación por su pareja como él.

No lo dije ayer y no sé si lees mi página Sureño, pero te felicito y deseo que te vaya mucho mejor con ella. Y repito: ... causas envidia, de la sana por supuesto, pero envidia al fin.