Mal comienzo del día.
No! No me gusta pelear contigo, deja de pensar en eso!.
No! No me envuelve de alegría saber que estamos peleadas. No, no y no.
Pero entiende madre mía. Por favor entiende! No tengo ya seis años. Ni siquiera tengo doce. No, madre, no… tampoco tengo 22. Ya no!
Si, si, si… yo sé… Yo sé que tú quieres protegerme, que no quieres que yo sufra, que no quieres que me pasen cosas malas. Que yo logre todos los sueños trazados, que quieres que tome las mejores decisiones, que me junte con gente que sea sincera conmigo. Si madre yo sé, yo sé…
Pero eso, bajo ningún parámetro significa que TÚ tomarás decisiones por mi. Eso no significa que husmearás mi vida por encontrar cosas que TÚ crees no te digo.
Eso no significa que llamarás a las madres de mis amigas a las 4am porque no llego a casa, aun cuando sabes en donde me encuentro.
Eso no significa que te meterás en MIS problemas por –según tú- “defenderme”.
Mi padre nos hace falta, madre, es cierto. Si me hace falta a mi, estoy consciente de que mucha, mucha más falta te hace a ti. Pero madre: YO NO SOY MI PADRE. Tú y yo dependemos mucho de la otra. Pero somos madre e hija. Ni yo puedo vivir tu vida, ni tú puedes vivir la mía.
Yo no quiero ser dura contigo. No quiero eso. En serio. Tengo un carácter horrible cuando me sacan de casillas. Era necesario hacerlo? No madre no lo era. Ya había dado mi decisión. No me gusta malograr las relaciones contigo. Porque tú eres lo que tengo en esta vida. Y yo soy lo que tú tienes en esta vida…. Por qué debemos buscar un momento como el de esta mañana?? No hace falta madre, no hace falta.
Sé que fui dura esta mañana. Lo sé y créeme que lo siento tanto. Pero es un tema del que hemos hablado unas diez veces mamá. Y es mi decisión. Mía. Mía. Mía. Si tú y yo nos conversamos tantas cosas. Nos “comunicamos”. A qué se debe el tratamiento de esta mañana? Hemos hablado tantas veces del respeto. De lo importante que es… Por qué buscamos perderlo? No mamá no es solo a través de las palabras. No mami. No. Es aceptar mis decisiones. Es no tratar de hacerme cambiar de parecer, solo porque a ti te parece. Es no meterte en el asunto. ¿Cuántas veces te ha ocurrido lo mismo a ti? Y yo te escucho, opino, pero eres tú quien decide sobre tus cosas. Y yo? Yo RESPETO tus decisiones!!
Perdóname por dejarte con esa carita triste esta mañana. Perdóname por tener esta cara triste durante todo el día. Pero algo debemos hacer madre… algo.
No! No me envuelve de alegría saber que estamos peleadas. No, no y no.
Pero entiende madre mía. Por favor entiende! No tengo ya seis años. Ni siquiera tengo doce. No, madre, no… tampoco tengo 22. Ya no!
Si, si, si… yo sé… Yo sé que tú quieres protegerme, que no quieres que yo sufra, que no quieres que me pasen cosas malas. Que yo logre todos los sueños trazados, que quieres que tome las mejores decisiones, que me junte con gente que sea sincera conmigo. Si madre yo sé, yo sé…
Pero eso, bajo ningún parámetro significa que TÚ tomarás decisiones por mi. Eso no significa que husmearás mi vida por encontrar cosas que TÚ crees no te digo.
Eso no significa que llamarás a las madres de mis amigas a las 4am porque no llego a casa, aun cuando sabes en donde me encuentro.
Eso no significa que te meterás en MIS problemas por –según tú- “defenderme”.
Mi padre nos hace falta, madre, es cierto. Si me hace falta a mi, estoy consciente de que mucha, mucha más falta te hace a ti. Pero madre: YO NO SOY MI PADRE. Tú y yo dependemos mucho de la otra. Pero somos madre e hija. Ni yo puedo vivir tu vida, ni tú puedes vivir la mía.
Yo no quiero ser dura contigo. No quiero eso. En serio. Tengo un carácter horrible cuando me sacan de casillas. Era necesario hacerlo? No madre no lo era. Ya había dado mi decisión. No me gusta malograr las relaciones contigo. Porque tú eres lo que tengo en esta vida. Y yo soy lo que tú tienes en esta vida…. Por qué debemos buscar un momento como el de esta mañana?? No hace falta madre, no hace falta.
Sé que fui dura esta mañana. Lo sé y créeme que lo siento tanto. Pero es un tema del que hemos hablado unas diez veces mamá. Y es mi decisión. Mía. Mía. Mía. Si tú y yo nos conversamos tantas cosas. Nos “comunicamos”. A qué se debe el tratamiento de esta mañana? Hemos hablado tantas veces del respeto. De lo importante que es… Por qué buscamos perderlo? No mamá no es solo a través de las palabras. No mami. No. Es aceptar mis decisiones. Es no tratar de hacerme cambiar de parecer, solo porque a ti te parece. Es no meterte en el asunto. ¿Cuántas veces te ha ocurrido lo mismo a ti? Y yo te escucho, opino, pero eres tú quien decide sobre tus cosas. Y yo? Yo RESPETO tus decisiones!!
Perdóname por dejarte con esa carita triste esta mañana. Perdóname por tener esta cara triste durante todo el día. Pero algo debemos hacer madre… algo.
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