Esta noche será tarde.

Para esta noche es tarde,

porque no es en esta noche en la que quiero hablar.

Tus palabras son necesarias ahora, precisamente, en este momento,

cuando mis fuerzas flaquean, cuando mis ánimos decaen.

Es precisamente esta mañana, ahora, cuando yo te necesito,

cuando necesito que me digas otra vez lo que ya me has dicho tantas veces.

Es ahora cuando necesito que me alientes

y me hagas sentir las tantas cosas que me has hecho sentir tantas veces.

No me importa que se me enreden las palabras.

No me importa, porque talvez así me siento.. enredada.

Enredada entre tantos sueños, entre tantos universos.

Enredada en los filos de mis propios pensamientos.

Mi ánimo no es de acero, lo sabes.

Y esta mañana ha caído por los suelos,

cedió ante la fuerza de gravedad,

sucumbió ante la inexperiencia de esta actividad.

No me des palabras bonitas… no es necesario engañarme más.

Tan solo necesito que me hables, que me enseñes,

porque tú eres el experto en esto.

Solo eso quiero. Solo esto te pido.

No me hagas depender de ti porque odio depender de alguien,

pero solo háblame…

háblame hasta que yo atraviese este infinito espacio de discernimiento. Háblame, pregúntame, alborótame… sácame del foco de este sufrimiento.