Mojándolo Todo

Tendida... con los muslos como alas abiertas dispuestas al vuelo,
me incitas, me invitas a viajar por lácteas vias y negros agujeros
levemente desvelados por tu mano que juega con pudores y sudores,
enjugando entre pétalos de carne el estigma de tu flor más desnuda...


Mojándolo todo... mojándolo todo... volando por universos de licor...


Húmedas llamas, los labios que con tus dedos delicadamente delatas, dilatas para mi, mostrándome obscena la cueva del milagro... por donde emana el líquido rayo de la vida, incandescente fuente, lechosa lava, salpicaduras de agua profunda que inunda...


Mojándolo todo... mojándolo todo... volando por universos de licor.


Mi boca, besando tus labios incendiados, se dispone a beber en tu cáliz de polen y licor; y, entre zumos y zumbidos de olas y alas,
libidinosamente libar el néctar de la flor de tus mareas...
lamiendo la miel salada que te fluye y quema mi lengua que vibra, lasciva, entre savia y saliva.


Mojándolo todo, mojandolo todo, volando por universos de licor.


Mis alas de cera batiendo, combatiendo tu fuego en oleadas
de ardientes espumas y plumas e Ícaro volando tan alto, tan alto
que a punto de entrar en el jardin del Edén,
fundido su vuelo por tu derramado sol cae como el ángel exterminado
al mar de los naufragios.


Mojándolo todo, mojándolo todo, volando por universos de licor...

Luis Eduardo Aute

No sé cuanto tiempo tiene esta canción. Yo la escuché por primera vez más o menos por el año 2000. Además de todos los pensamientos lascivos que puede traer a la cabeza, me recuerda una época de muchos descubrimientos para mi, incluyendo a la canción.

Hace poquito la volví a escuchar, pero desde esta vez tiene un recuerdo diferente para mi.

Por lo menos eso quiero creer.

En estos días estoy redescubriendo a Aute y le estoy tomando un gusto simpático...

talvez es el poder de las letras acompañadas de música que te pueden transportar a tantas partes, con tantas personas,

a tantas situaciones y a diferentes circunstancias...

La buena música, esa que te llega hasta el tuétano, hasta te permite volver a recordar

con una claridad asombrosa los pequeños detalles que tanto te gustan.

Ojalá ustedes también hayan disfrutado alguna vez de la canción.